Yuhki Kamatani completa su fresco sobre una comunidad LGTB+ japonesa con un precioso canto a la vida por encima de las etiquetas

sombras sobre shimanami

“Creo que hemos cambiado bastante desde aquel calurosísimo día de verano”, reflexiona Tasuku, el protagonista de ‘Sombras sobre Shimanami‘ (Tomodomo Ediciones), en los últimos compases de esta preciosa serie de Yuhki Kamatani. Lo cierto es que a lo largo de cuatro tomos hemos visto cómo este adolescente pasaba de barajar el suicidio, víctima de la hostilidad de su entorno escolar ante la homosexualidad, a aceptarse y aceptar a los demás tal y como son. El cambio es posible gracias a Nadie, peculiar regente de El Consultorio, un local en el que se reúne una alegre comunidad LGTB+ para compartir experiencias mientras desempeñan un curioso voluntariado: la restauración de casas tradicionales en Onomichi, una pintoresca ciudad costera al sur de Japón.

Desde que el manga desembarcó en nuestro mercado con fuerza hace casi tres décadas, son unas cuantas las series que se han despedido con una boda en su última portada: ‘Ranma ½’ , ‘¡Ah, mi Diosa!’, ‘Chiisakobee’… También lo hace ‘Sombras sobre Shimanami’, pero aquí las protagonistas son Saki y Daichi. El matrimonio entre estas dos habituales de El Consultorio es un acontecimiento feliz, pero no exento de dificultades, ya que no todos en Onomichi están entusiasmados con la boda entre dos personas del mismo sexo. Sin embargo, esto no impedirá el feliz enlace, y los preparativos de la ceremonia sirven para que los demás personajes pongan en orden sus sentimientos.

De entre todas las historias que se entrecruzan, resulta especialmente emotiva la de Tchaiko, el más veterano del grupo, cuya pareja está ingresada en el hospital a causa de un cáncer terminal. En su repaso a las distintas realidades LGTB+, Kamatani no olvida al colectivo de las personas mayores que han tenido que vivir su afectividad en una cuasi clandestinidad -si no por ley, por presión social y familiar-. A miles de kilómetros de distancia, esta historia, por desgracia, todavía nos suena familiar.

Aprender a vivir

“Aunque nos hieran, tendremos fuerza par volver a levantarnos. Y, cuando hiramos a alguien, la conciencia nos llamará a reflexionar sobre ello”. Tasuku ha aprendido mucho a lo largo de la serie, y los lectores con él. Porque ‘Sombras sobre Shimanami’ enseña, sobre todo, a vivir en armonía con los demás, sin necesidad de clasificarlos y ni siquiera de comprenderlos plenamente, porque las personas no somos una ciencia exacta. Por todo ello, aunque las páginas de esta historia están dibujadas en blanco y negro, transmiten una alegría y color desbordantes.

*Artículo publicado originalmente en la revista Z nº74